A veces, es difícil creer en uno mismo, cuesta trabajo asumir que debemos buscar nuestro propio camino, que según lo que decidamos hacer luego en un futuro seremos de una manera u otra…
Mi vida, la de ella, una tragedia…
Karin, mi mejor amiga, con la que he vivido millones de momentos, desde que teníamos 3 años, con la que me he enfadado, y me he vuelto a reconciliar, mi pequeña hermana, mi ‘’gordi’’… la quiero, aunque ya sea difícil, porque después de que una persona muera, es fácil darte cuenta de lo que has perdido, pero es difícil saber lo que no volverás a tener, ella siempre estaba presente en mi, desde que todo sucedió, en un soleado y lindo martes, que luego se convirtió en algo oscuro y lleno de criaturas negras que se querían llevar un alma, ese alma que siempre pensaste que estaría a tu lado, que sería tuya…
Las putas drogas habían jodido su vida, y parte de la mía, por no decir mi vida entera, esas jodidas pastillas, que te hacen sentir mejor por un momento, pero que luego te hunden, y hacen que caigas por un oscuro agujero, del que es prácticamente imposible salir, te desgarran el alma, clavan agujas en tu corazón, del que no volverás a saber nada…
Mi vida ahora era una autentica mierda, se resumía en 2 palabras instituto, casa, casa instituto…
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